Los actos que realice el planeta Tierra como ser vivo, producirá la destrucción de las ciudades así como las áreas silvestres.
Pero es interesante observar que los seres con determinados instintos de protección son los que lograrán mantenerse con vida.
Quizá como la flora y fauna terrestres no requieren llevar nada consigo en un momento de evacuación, lograrán rápidamente conseguir un lugar donde protegerse.
Posiblemente hayan transcurrido muchas lunas en los cuales nadie habrá podido acceder a los rayos del sol, esa tiniebla provocará la muerte de los pocos vegetales que aún quedaban con vida y que estuvieron visibles, aunque quizá muchas de sus raíces se mantengan vivas.
Los humanos sobrevivientes, luego de superar los instantes de terror y destrucción, buscarán satisfacer sus necesidades básicas de alimento, vivienda, y algo para abrigarse, porque la temperatura puede variar entre 50º sobre y bajo cero, nadie sabrá cuáles serán los nuevos polos del planeta.
En el proceso deberá luchar contra otros humanos y algunos animales hambrientos. El humano se sentirá desesperado, lo que aumentará su tendencia a la agresividad hasta llegar a niveles de locura, muchos de esos asesinatos serán para alimentarse, hasta extremos de comer a otros humanos.
Es difícil que alguien en esas condiciones pueda cuidar y alimentar a sus hijos menores, si le queda alguno con vida o cerca, esa prioridad por conseguir alimentos y agua lo hará excavar la tierra y si tiene suerte podrá hallar algunos tubérculos como la zanahoria, la cebolla y el rábano entre otros, los cuales le será difícil comer pues carecerán de todo servicio de energía para poder cocerlos, debiendo usar lo que le queda de sus recuerdos e imaginación para producir fuego y acceder al agua.
La reconstrucción del Planeta Tierra
Luego de muchas generaciones, el ser humano aceptará que tiene que alimentarse con los frutos que pueda encontrar, además de ubicar un lugar donde vivir.
Quizá aun continúe actuando de una forma violenta, porque todavía no comprende ese nivel de abandono.
Es posible que en sus genes mantenga algunos recuerdos de lo que sus ascendentes tenían acceso, como los servicios básicos y medicinas.
En esta etapa también se vivirán problemas de comunicación, debido a que han sido muchas generaciones sin la educación, ello les ocasionará infinitas limitaciones en el lenguaje o idioma.
La necesidad de buscar alimentos y vivienda los hará ser nómadas, encontrando en ruta a otros seres con otros lenguajes, lo cual dificultará aún más esa sobrevivencia, continuando las discusiones y peleas.
Después de muchas generaciones de violencia, el humano decidirá que requiere vivir en armonía en una comunidad.
En esos momentos del tiempo ya aprendió a comunicarse con algunas palabras básicas, a cuidar a sus hijos, a cultivar alimentos y a criar animales, hasta quizá utilizar algunos metales.
Mientras el planeta Tierra ha podido recuperar su belleza, la flora y fauna viven en armonía, los animales carnívoros continuaran alimentándose comiendo otros animales, sin depredar ni extinguir ninguna especie, pues sólo comen lo que necesitan.
Después de alrededor 250,000 años, el ser humano estará apto para fundar ciudades, aunque aún mantendrá el espíritu violento, invadiendo otros pueblos de distintas maneras.
En Star Trek muchas civilizaciones han actuado de manera violenta y hasta inclusive capturado el Enterprise y a los miembros de su tripulación, con la finalidad de superar esos momentos.
En distintos episodios se observa la necesidad por el agua, por las áreas de cultivo, por abrigo y medicinas, teniendo como alternativa el auxilio brindado por los tripulantes del Enterprise.
Fotografías Star Trek © Paramount Pictures
Fotografías Derechos Reservados
Fotografías Derechos Reservados
Seres de las profundidades y un extraño encuentro
Decidí emplear esta historia para aplicarlo a los eventos que supuestamente se viven el planeta Tierra cada cierto número de años, que de alguna manera se han comentado en episodios de Star Trek, en especial en capítulos sobre la procreación y limitaciones en tener descendencia.
La destrucción de los habitantes del planeta Tierra. Quizá pueda servir de consuelo que no es la primera vez que nos autodestruimos, parece que han sido varios los ciclos de destrucción y recuperación, lo lamentable es que requerimos de al menos 250,000 años para recuperarnos, lo que destruimos en 1,000.
Cuando el planeta Tierra se acomode a su gusto, rotando para donde mejor le parezca para aliviar sus malestares, tanto del suelo como en el espacio, recién el humano podrá pensar en la reconstrucción de su entorno. Al poco tiempo habrá podido recuperar su belleza, la flora y fauna viven en armonía, los animales carnívoros continuaran alimentándose comiendo otros animales, sin depredar ni extinguir ninguna especie, pues sólo comen lo que necesitan.
Los seres que no sufren tanto el proceso de destrucción de su medio de vida, residen dentro de las zonas montañosas del Planeta Tierra, aquellas donde las altitudes alcanzan más 2,000 metros sobre el nivel del mar.
Tienen un importante sentimiento cívico hacia su lugar de residencia, por eso aceptan sus limitaciones de tiempo y espacio, así como de recursos escasos.
Ellos han aprendido vivir en el Planeta Tierra considerando algunas recomendaciones.
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