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martes, 10 de noviembre de 2015

Seres de las profundidades IV

Seres de las profundidades y un extraño encuentro

Algunas semejanzas con Star Trek





Los seres que no sufren tanto ese proceso.


Como parece que este proceso se repite cada cierto número de siglos, es posible que así como yo escribo este artículo, otros humanos han pensado en una situación similar, por ello han decidido vivir en determinadas zonas del planeta Tierra donde aparentemente son menos vulnerables.

Posiblemente varios grupos de seres, con características físicas distintas a las que conocemos, residan en las profundidades, en localizadas zonas del planeta.

Quizá sus viviendas están ancladas dentro de las zonas montañosas, aquellas donde las altitudes alcanzan más 2,000 metros sobre el nivel del mar.



Los pobladores de las profundidades es posible que tengan  un nivel de desarrollo económico, social y tecnológico muy superior a nosotros, los de la superficie.

Pero su sistema de vida también será afectado por los procesos de transformación de la Tierra, a pesar del importante sentimiento cívico hacia su lugar de residencia.

Al parecer, esos seres han aceptado sus limitaciones de tiempo y espacio, así como de recursos escasos. Aunque pareciera que ellos emergen a la superficie para tener acceso directo a los rayos del sol, así como para intercambiar información sobre el desarrollo de los pueblos, sus alimentos y los productos que pueden ser utilizados para sanar sus enfermedades, para colocar y/o revisar sus sistemas de comunicación y monitoreo en la tierra o el espacio.




En algunos casos podrían tener problemas para respirar, usar algún sistema de camuflaje, y quizá hasta defenderse de aquellos que están invadiendo sus territorios de manera casual,  como en algunos episodios de Star Trek.



El encuentro inesperado

Con el tiempo he descubierto que las miradas pueden servir de nexo para las conexiones telepáticas entre seres relacionados, estén o no presentes; a veces no se comprende pero si se siente algún tipo de sensación, comunicándose sin hablar ni emitir sonido, ni realizar gestos, donde no existen diferencias por el idioma pues se transmiten ideas.

Es posible que los que residen en las profundidades han logrado aprender a comunicarse mediante la telepatía.

Hace unos años conocí a un ser cuya estatura es superior al promedio para un peruano, con el cual se inició una comunicación telepática, ¡al menos eso creo!. La información recibida fue confusa, posiblemente por mi limitada capacidad de recepción y comprensión.

En esos encuentros nunca se escuchó una palabra, sin embargo llegué a entender algo, que poco a poco he ido analizando, por ello supongo que ese ser proviene de las cadenas de montañas de nuestra patria, lugar donde ha adecuado su vivienda.



Fueron pocas las veces del encuentro, la mayoría casual, pero suficientes para considerar esos mensajes como prioritarios. El contenido de lo escuchado me motivó a escribir este artículo para alertar al porcentaje de la población acostumbrada a desperdiciar, ya que sólo ellos pueden evitar que se acelere la próxima destrucción del humano.

Los deberán aprender a vivir respetando al planeta, considerando las siguientes recomendaciones, la mayoría observadas en mi entorno, quizá mi formación profesional de Economista también repercute en mis eternos deseos por ahorrar :


1• Consumir máximo 1500 gramos de alimentos diarios.
2• Agrupar menos de 1000 gramos de desperdicio diarios.
3• Consumir hasta 50 k/W de energía eléctrica o su equivalente al mes.
4• Conducir vehículos cuya relación sea de 1/10 kilos por persona, en lo posible usar transporte público, bicicleta o caminar.
5• Utilizar en promedio 10 m2 cúbicos de agua al mes, reciclando parte de ella.
6• Tener el vestuario que pueda reunir entre sus dos brazos y máximo 12 pares de zapatos.

7• Reducir el nivel de productos no necesarios.
8• Optar por productos en envases de vidrio y retornables.
9• Cuidar a todos los animales e insectos, son necesarios en el planeta.
10• Pintar las fachadas de color blanco para que atraer el calor de los rayos del sol.
11• Plantar al menos un árbol con raíces en la tierra, al cual cuidar. Incluir al menos media docena de macetas con plantas vivas dentro del hogar.
12•Adquirir sus productos en zonas cercanas a su hogar, para optimizar el tiempo y disminuir la contaminación
13• Regalar o vender los libros/revistas/similares que ya se leyeron y no se leerán nuevamente.
14• Eliminar cada año el 5% de los productos/artículos/muebles del hogar.
15• Optimizar el consumo de los productos del diario.
16• Practicar 20 minutos de ejercicio diario, si es posible al aire libre.
17• Guardar durante 30 días los alimentos necesarios para casos de urgencia, con fechas de vencimientos mayores a los 90 días.
18• Utilizar las corrientes de aire naturales para airear los ambientes, estableciendo un sendero para el viento.
19•Acondicionar la vivienda para obtener la mayor cantidad de alumbrado natural durante la mayor cantidad de horas al día.
20•Reciclar el mobiliario, venderlo o donarlo para su re utilización.

21•Tratar de laborar en zonas cercadas a su lugar de residencia.
22•Matricular a sus hijos en escuelas próximas, para que pueda llegar caminando o en bicicleta.
23• Idear algunas otras alternativas para ayudar a los seres vivos.

Muchas de esas recomendaciones se observan en la mayoría de episodios de Star Trek, donde todos los oficiales de la flota tienen limitaciones de tiempo y espacio.

 Si aprendemos a vivir con esas supuestas limitaciones, estaremos preparados ante cualquier eventualidad o desastre ecológico.




Fotografías Star Trek © Paramount Pictures
Fotografías Derechos Reservados




Seres de las profundidades y un extraño encuentro.
Decidí emplear esta historia para aplicarlo a los eventos que supuestamente se viven el planeta Tierra cada cierto número de años, que de alguna manera se han comentado en episodios de Star Trek, en especial en capítulos sobre la procreación y limitaciones en tener descendencia.

La destrucción de los habitantes del planeta Tierra. Quizá pueda servir de consuelo que no es la primera vez que nos autodestruimos, parece que han sido varios los ciclos de destrucción y recuperación, lo lamentable es que requerimos de al menos 250,000 años para recuperarnos, lo que destruimos en 1,000.

Cuando el planeta Tierra se acomode a su gusto, rotando para donde mejor le parezca para aliviar sus malestares, tanto del suelo como en el espacio, recién el humano podrá pensar en la reconstrucción de su entorno. Al poco tiempo habrá podido recuperar su belleza, la flora y fauna viven en armonía, los animales carnívoros continuaran alimentándose comiendo otros animales, sin depredar ni extinguir ninguna especie, pues sólo comen lo que necesitan.

Los seres que no sufren tanto el proceso de destrucción de su medio de vida, residen dentro de las zonas montañosas del Planeta Tierra, aquellas donde las altitudes alcanzan más 2,000 metros sobre el nivel del mar.
Tienen un importante sentimiento cívico hacia su lugar de residencia, por eso aceptan sus limitaciones de tiempo y espacio, así como de recursos escasos.
Ellos han aprendido vivir en el Planeta Tierra considerando algunas recomendaciones.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Seres de las profundidades III


El proceso de sobrevivencia del ser humano

Los actos que realice el planeta Tierra  como ser vivo, producirá la destrucción de las ciudades así como las áreas silvestres.

Pero es interesante observar que los seres con determinados instintos de protección son los que lograrán mantenerse con vida.

Quizá como la flora y fauna terrestres no requieren llevar nada consigo en un momento de evacuación, lograrán rápidamente conseguir un lugar donde protegerse.

Cuando el planeta Tierra se acomode a su gusto, rotando para donde mejor le parezca para aliviar sus malestares, tanto del suelo como en el espacio, recién el humano podrá pensar en la reconstrucción de su entorno.



Posiblemente hayan transcurrido muchas lunas en los cuales nadie habrá podido acceder a los rayos del sol, esa tiniebla provocará la muerte de los pocos vegetales que aún quedaban con vida y que estuvieron visibles, aunque quizá muchas de sus raíces se mantengan vivas.

Los humanos sobrevivientes, luego de superar los instantes de terror y destrucción, buscarán satisfacer sus necesidades básicas de alimento, vivienda, y algo para abrigarse, porque la temperatura puede variar entre 50º sobre y bajo cero, nadie sabrá cuáles serán los nuevos polos del planeta.

En el proceso deberá luchar contra otros humanos y algunos animales hambrientos. El humano se sentirá desesperado, lo que aumentará su tendencia a la agresividad hasta llegar a niveles de locura, muchos de esos asesinatos serán para alimentarse, hasta extremos de comer a otros humanos.

Es difícil que alguien en esas condiciones pueda cuidar y alimentar a sus hijos menores, si le queda alguno con vida o cerca, esa prioridad por conseguir alimentos y agua lo hará excavar la tierra y si tiene suerte podrá hallar algunos tubérculos como la zanahoria, la cebolla y el rábano entre otros, los cuales le será difícil comer pues carecerán de todo servicio de energía para poder cocerlos, debiendo usar lo que le queda de sus recuerdos e imaginación para producir  fuego y acceder al agua.


La reconstrucción del Planeta Tierra


Luego de muchas generaciones, el ser humano aceptará que tiene que alimentarse con los frutos que pueda encontrar, además de ubicar un lugar donde vivir.

Quizá aun continúe actuando de una forma violenta, porque todavía no comprende ese nivel de abandono.

Es posible que en sus genes mantenga algunos recuerdos de lo que sus ascendentes tenían acceso, como los servicios básicos y medicinas.

En esta etapa también se vivirán problemas de comunicación, debido a que han sido muchas generaciones sin la educación, ello les ocasionará infinitas limitaciones en el lenguaje o idioma.


La necesidad de buscar alimentos y vivienda los hará ser nómadas, encontrando en ruta a otros seres con otros lenguajes, lo cual dificultará aún más esa sobrevivencia, continuando las discusiones y peleas.

Después de muchas generaciones de violencia, el humano decidirá que requiere vivir en armonía en una comunidad.

En esos momentos del tiempo ya aprendió a comunicarse con algunas palabras básicas, a cuidar a sus hijos, a cultivar alimentos y a criar animales, hasta quizá utilizar algunos metales.

Mientras el planeta Tierra ha podido recuperar su belleza, la flora y fauna viven en armonía, los animales carnívoros continuaran alimentándose comiendo otros animales, sin depredar ni extinguir ninguna especie, pues sólo comen lo que necesitan.

Después de alrededor 250,000 años, el ser humano estará apto para fundar ciudades, aunque aún mantendrá el espíritu violento, invadiendo otros pueblos de distintas maneras.

En Star Trek muchas civilizaciones han actuado de manera violenta y hasta inclusive capturado el Enterprise y a los miembros de su tripulación, con la finalidad de superar esos momentos.

En distintos episodios se observa la necesidad por el agua, por las áreas de cultivo, por abrigo y medicinas, teniendo como alternativa el auxilio brindado por los tripulantes del Enterprise.


Fotografías Star Trek © Paramount Pictures
Fotografías Derechos Reservados



Seres de las profundidades y un extraño encuentro

Decidí emplear esta historia para aplicarlo a los eventos que supuestamente se viven el planeta Tierra cada cierto número de años, que de alguna manera se han comentado en episodios de Star Trek, en especial en capítulos sobre la procreación y limitaciones en tener descendencia.

La destrucción de los habitantes del planeta Tierra. Quizá pueda servir de consuelo que no es la primera vez que nos autodestruimos, parece que han sido varios los ciclos de destrucción y recuperación, lo lamentable es que requerimos de al menos 250,000 años para recuperarnos, lo que destruimos en 1,000.

Cuando el planeta Tierra se acomode a su gusto, rotando para donde mejor le parezca para aliviar sus malestares, tanto del suelo como en el espacio, recién el humano podrá pensar en la reconstrucción de su entorno. Al poco tiempo habrá podido recuperar su belleza, la flora y fauna viven en armonía, los animales carnívoros continuaran alimentándose comiendo otros animales, sin depredar ni extinguir ninguna especie, pues sólo comen lo que necesitan.

Los seres que no sufren tanto el proceso de destrucción de su medio de vida, residen dentro de las zonas montañosas del Planeta Tierra, aquellas donde las altitudes alcanzan más 2,000 metros sobre el nivel del mar.
Tienen un importante sentimiento cívico hacia su lugar de residencia, por eso aceptan sus limitaciones de tiempo y espacio, así como de recursos escasos.
Ellos han aprendido vivir en el Planeta Tierra considerando algunas recomendaciones.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Seres de las profundidades II


La destrucción de los seres del planeta Tierra



Seres de las profundidades y un extraño encuentro
Algunas semejanzas con Star Trek

Desde hace unos años se forman organizaciones con el objeto de "salvar al planeta Tierra", pero lo que realmente significa es tratar de ayudar al ser humano, quienes somos los que desapareceremos junto a muchas especies de flora y fauna terrestres, como resultado de nuestro nefasto comportamiento.

Quizá pueda servir de consuelo que no es la primera vez que nos autodestruimos, parece que han sido varios los ciclos de destrucción y recuperación, lo lamentable es que requerimos de al menos 250,000 años para recuperarnos, lo que destruimos en 1,000 años.



Cuando el planeta Tierra, como un ser vivo, sienta que está siendo maltratado, provocará terremotos, tormentas, huracanes, diluvios, maremotos, aumentando los rayos y avivando los volcanes.

En varios episodios de Star Trek se comentan sobre ese tipo de destrucciones o amenazas para los habitantes de distintos planetas de la galaxia, inclusive el planeta Tierra.

Algunos se salvaron a tiempo, en otros murieron muchas formas de vida o todas las especies vivientes, y en extremos los planetas desaparecieron.

Es de destacar que las naves de la Federación siempre están atentas a ayudar a las civilizaciones con ese tipo de problemas, pero no siempre llegan de manera oportuna.




Los recursos escasos

La historia demuestra que el 90% de la población del mundo vive con recursos escasos, accediendo a lo indispensable, tratando de no desperdiciar, pero el otro 10% está acostumbrado a derrochar.

Gracias a la diferencia de esa relación, la destrucción de los seres humanos es un poco más lenta.

Aquel 10% de la población disconforme con desmedidos deseos de acumulación, es capaz de destruir las áreas que provee alimentos por un pedazo de metal o un trozo de vidrio.

Por esa razón muchas civilizaciones evitan tener contacto o relaciones con ese grupo destructor, y en otros casos, tienen enfrentamientos por territorios.

Existen varios ejemplos en Star Trek.







Fotografías Star Trek © Paramount Pictures

Fotografías Derechos Reservados



Seres de las profundidades y un extraño encuentro.
Decidí emplear esta historia para aplicarlo a los eventos que supuestamente se viven el planeta Tierra cada cierto número de años, que de alguna manera se han comentado en episodios de Star Trek, en especial en capítulos sobre la procreación y limitaciones en tener descendencia.

La destrucción de los habitantes del planeta Tierra. Quizá pueda servir de consuelo que no es la primera vez que nos autodestruimos, parece que han sido varios los ciclos de destrucción y recuperación, lo lamentable es que requerimos de al menos 250,000 años para recuperarnos, lo que destruimos en 1,000.

Cuando el planeta Tierra se acomode a su gusto, rotando para donde mejor le parezca para aliviar sus malestares, tanto del suelo como en el espacio, recién el humano podrá pensar en la reconstrucción de su entorno. Al poco tiempo habrá podido recuperar su belleza, la flora y fauna viven en armonía, los animales carnívoros continuaran alimentándose comiendo otros animales, sin depredar ni extinguir ninguna especie, pues sólo comen lo que necesitan.

Los seres que no sufren tanto el proceso de destrucción de su medio de vida, residen dentro de las zonas montañosas del Planeta Tierra, aquellas donde las altitudes alcanzan más 2,000 metros sobre el nivel del mar.
Tienen un importante sentimiento cívico hacia su lugar de residencia, por eso aceptan sus limitaciones de tiempo y espacio, así como de recursos escasos.
Ellos han aprendido vivir en el Planeta Tierra considerando algunas recomendaciones.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Seres de las profundidades



Seres de las profundidades y un extraño encuentro

Algunas semejanzas con  Star Trek

Nunca he sentido la necesidad de conocer si hay algún tipo de vida fuera del planeta Tierra.

Habiendo nacido y vivido durante muchos años en el distrito de Barranco, era frecuente enterarse que algún familiar, amigo o vecino hubiera escuchado o sentido algún evento inexplicable. Ahora que resido en el distrito de Miraflores, continúan los extraños comentarios sobre eventos similares, de los cuales nunca, felizmente, he sido testigo.

Tampoco he sido protagonista de algún sonido o visiones de seres con apariencia similar o distinta a la nuestra, la mayoría masculina, o de raras sombras que atraviesan muros, ni tampoco de la presencia de variados duendes de diversos colores y tamaños.

En mi entorno, escuché las más extrañas experiencias e inclusive hasta supuestos contactos, los cuales pocas veces han sido comprobados, limitándose a testimonios sin pruebas, ni fotografías, pero a pesar de ello, a algunos si considero convincentes y a otros poco creíbles.



Siempre me agradó leer las obras de aventuras, siendo mis autores favoritos Alejandro Dumas y Emilio Salgari, revisando con mayor interés los libros de Julio Verne. Por eso decidí analizar algunas de sus novelas en especial aquella titulada ”Viaje al fondo de la Tierra”, revisando los escritos de otros autores, sobre el mismo tema, algunas investigaciones sobre los antiguos pobladores de mi patria, el Perú, y los capítulos de Star Trek y Star Trek The Next Generation.

De manera física pude conocer y admirar diversos objetos, como vasijas, huacos, mantos, dibujos y otros vestigios históricos, visitando los restos arqueológicos de esas hermosas ciudades peruanas. Por ello estoy convencida que fueron nuestros antepasados los que edificaron y fabricaron todas las maravillas que forman parte de nuestro Patrimonio.

Con esa información, y revisando diversos episodios de «Viaje a las Estrellas»  pude analizar un extraño mensaje de un peculiar encuentro con un ser que aparentaba ser de algún lugar y tiempo distinto al mío.







El planeta Tierra

Luego de leer diversas publicaciones sobre la evolución del planeta Tierra, decidí analizar la teoría sobre la existencia de seres que residen desde hace miles de años, a varios metros de profundidad.

Cuando revisé la información sobre las culturas Tiahuanaco y Maya, descubrí que, aparentemente, en algún momento del tiempo este planeta giraba alrededor del Sol en 224 días, en ciclos de 12 meses pero sin referencias sobre el número de días y horas por cada ciclo. Incluso se asegura que bajo la fortaleza de Sacsayhuamán, en Cusco, Perú, se oculta el acceso a un inmenso túnel cuyo sendero conduce a las selvas del Manú.

Otro dato interesante fue interpretar diversas leyendas como la “Torre de Babel” y “El Diluvio de Noé”, pero puse especial atención en un hecho real como la historia de Alemania de post guerra.




Alemania en el siglo XX

El pueblo alemán ha dado a la comunidad miles de científicos y artistas que han procurado el nivel de desarrollo del planeta Tierra durante varios siglos, sin embargo revisando los niveles de natalidad se observan distorsiones en la pirámide poblacional.

Los efectos de la I Guerra Mundial se observan en la tasa de nacimiento. 

Entre los años 1913-1935 el promedio era de un millón de bebes, en los años siguientes a la culminación de la guerra el numero de nacimientos disminuyó a medio millón, se redujo en el 50% la tasa de natalidad, manteniéndose este hecho durante casi todo el siguiente quinquenio.



Similar situación se observó luego de la II Guerra Mundial, entre los años 1934-1944 el promedio de nacimientos era de un millón doscientos mil por cada año, pero en el periodo 1945-1949 disminuyó a setecientos cincuenta mil anuales en promedio, con un importante número de decesos por carecer de los principales servicios de sanidad por los efectos post guerra, las dificultades por conseguir alimentos debido a la destrucción de sus fábricas y campos de cultivo, así como de lograr un trabajo similar al que tenían.

Sin embargo, sus ciudadanos buscaron la manera de recuperarse, dedicando entre 16 y 18 horas al día en el proceso de reconstrucción de su nación.

Es admirable observar la inteligencia de los alemanes, que en el corto plazo lograron volver a ser líderes en tecnología, resultado, creo yo, se debe especialmente a tener un único ideal, su patria, así como hablar el mismo idioma y permanecer en su territorio.
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Decidí emplear esta historia para aplicarlo a los eventos que supuestamente se viven el planeta Tierra cada cierto número de años, que de alguna manera se han comentado en episodios de Star Trek, en especial en capítulos sobre la procreación y limitaciones en tener descendencia.

La destrucción de los habitantes del planeta Tierra. Quizá pueda servir de consuelo que no es la primera vez que nos autodestruimos, parece que han sido varios los ciclos de destrucción y recuperación, lo lamentable es que requerimos de al menos 250,000 años para recuperarnos, lo que destruimos en 1,000.

Cuando el planeta Tierra se acomode a su gusto, rotando para donde mejor le parezca para aliviar sus malestares, tanto del suelo como en el espacio, recién el humano podrá pensar en la reconstrucción de su entorno. Al poco tiempo habrá podido recuperar su belleza, la flora y fauna viven en armonía, los animales carnívoros continuaran alimentándose comiendo otros animales, sin depredar ni extinguir ninguna especie, pues sólo comen lo que necesitan.

Los seres que no sufren tanto el proceso de destrucción de su medio de vida, residen dentro de las zonas montañosas del Planeta Tierra, aquellas donde las altitudes alcanzan más 2,000 metros sobre el nivel del mar.
Tienen un importante sentimiento cívico hacia su lugar de residencia, por eso aceptan sus limitaciones de tiempo y espacio, así como de recursos escasos.
Ellos han aprendido vivir en el Planeta Tierra considerando algunas recomendaciones.

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