Los tripulantes de las naves estelares saben que al asumir esa responsabilidad deberán estar alejados de sus familiares y amigos por largos periodos. Quizá por ello la mayoría de los miembros de la flota son solteros, viudos, o con hijos mayores de edad, debido a que no en todas las naves está permitido viajar con la familia.
Pero en esa misión se enfrentan a la soledad, que podría producir paranoias, manías, miedos, añoranzas, relacionadas con su hogar, la familia, amigos, inclusive hasta con los objetos más apreciados o con su ciudad natal o de residencia.
En algunos casos pueden entablar sólidas relaciones con otros miembros de la tripulación, pero éstos nunca suplantarán a aquellos seres con los que se estableció un vinculo sentimental, que puede incluir inclusive a las mascotas, y hasta de sus viviendas.
Las viviendas están relacionadas con el poder adquisitivo de cada ser, por eso en Star Trek y Star Trek The Next Generation se han apreciado diferentes modelos de vivienda, el capitán Kirk tiene un departamento moderno en la ciudad de San Francisco, mientras que el capitán Picard mantiene su antigua casa rodeada de jardines en la ciudad de La Barre, en Francia.
Episodios con marcados rasgos de soledad se aprecian en:
“And the children shall lead”, los científicos de la expedición en el planeta Triacus debieron llevar a sus hijos a la misión.
“Preeventive Strike”, la teniente Ro Laren fue comisionada a espiar a un grupo de Maquis que ocasionaban disturbios en la zona desmilitarizada cardassiana para identificar a los líderes, ella abandonó la misión como oficial de la flota para unirse a los Maquis.
"Relics”, la colonia Norpin en Norpin V, es un lugar de descanso y retiro para los jubilados, destino del capitán Montgomery Scott, quien a la edad de 71 años dejo de prestar servicios a la UFP como profesional en Ingeniería.
“Journey´s End”, en el año 2170 Katowa, indígena del planeta Tierra, lideró a un grupo de nativos Americanos para buscar un nuevo hogar entre las estrellas, ellos estuvieron viajando durante casi 200 años hasta encontrar el planeta Dorvan V en el año 2350, lugar escogido como destino final porque todo el ambiente era el apropiado para su civilización y señalado como el lugar sagrado.
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